La efervescencia del año electoral apenas inicia. La semanas por venir, indeseables para unos y apasionantes para otros, serán ricas en datos que permitirán intuir la naturaleza de las estrategias rumbo al 2012, año de la sucesión presidencial.
La buena o mala opinión de los ciudadanos sobre los candidatos y partidos no es una ocurrencia, sino la construcción paulatina de percepciones que surgen de la información difundida por los medios.
Los políticos lo saben. Por eso guiñan el ojo a la prensa aunque la detesten. Aunque el funcionario crea que la vida sin periodistas sería un paraíso, no puede ignorar que los usó para llegar al cargo y que los necesita para mantenerse en él.
Las campañas negras son inevitables. El partido en el poder quiere conservarlo y la oposición aspira a derrocarlo. Esto es válido en todos los niveles. Las características de lo “negro” dependen de la posición de los interesados.
Si gobiernan usarán recursos públicos para mantener su dominio. Si aspiran a gobernar, tratarán de demostrar lo anterior. La legislación vigente no puede evitarlo porque fue diseñada y aprobada por quienes hoy se disputan el poder.
Los primeros llevan las de ganar. Se llaman PRI, PAN o PRD según el territorio. Es un asunto geográfico. El mandamás quiere seguir administrando, sea en Puebla, Guanajuato o el Distrito Federal. El dinero está de su lado.
Si la lucha es por la “alternancia” el juego se llama ‘David contra Goliat’. Es cierto que los débiles no ganan sólo en los cuentos. La historia de la humanidad está llena de ejemplos. La pregunta es: ¿cómo?
Alguien como Vicente Fox respondería que pactando con el fuerte, aunque se le repudie públicamente. Pero si la victoria requiere más que una ilusión, las tácticas se complican (en el entendido de que no hay intenciones de fraude ni derrotismo disfrazado).
La respuesta es Internet y lo veremos en los próximos días. YouTube.com será particularmente relevante. Los partidos políticos atraerán la atención de los medios desde esa plataforma, aunque no están dispuestos a aceptar la autoría de videos acusatorios. Para eso contratarán a empresas productoras que fingirán anonimato.
¡Bonanza para comunicólogos y editores! Sólo tienen que burlarse del contrincante, exhibirlo y cobrar. No falta quien se preste a la dinámica, aunque la ética y la calidad sean discutibles. Pegar y ganar: bienvenidos al negocio de los golpeadores.
Lo decía al inicio. Las campañas rumbo a las elecciones de junio serán un ensayo para lo que está por venir. El premio mayor es la Presidencia de la República y la batalla ha iniciado. De hecho, lleva meses librándose. En política, los “buenos” pierden. Los cínicos, embusteros y colmilludos ganan.
Para eso existen las campañas negras. 2010 es su año… hasta que llegue el 2012. Después de eso, no serán necesarias. Mientras, habrá que tolerarlas o repudiarlas, votar o abstenerse. Lamento admitir que da igual.
En última instancia, lo que sucede en el país no lo deciden los electores, sino quienes desde el poder promueven esta simulación que llamamos “democracia”. Los griegos, padres de la Patria y demás ilustres se retuercen en su tumba...
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